Bajando al inframundo por la serpiente emplumada. Teotihuacán.

Hace algunos años me encontraba danzando con el gran Gorila y su grupo de danzantes en Teotihuacán, acto seguido se me acerca una persona y me dice:


_ Te quiero hacer un regalo, ¿Que haces mañana?

Depende ( le respondí )

_ Te quiero invitar a los túneles debajo de la pirámide de la serpiente emplumada. 

No lo pensé dos veces y esta fue mi experiencia …

(((Gracias Abel donde sea que estés, Sergio Gomez el arqueólogo y Guillermo Da Ronco por ser compañero de esta expedición))) 


En los años 2002 y 2003, después de unas lluvias torrenciales, se inundó gran parte de la plaza de la Ciudadela y justo al frente del templo de la Serpiente Emplumada Quetzalcóatl, ocurrió un hundimiento y apareció un agujero. Lo que estaban a punto de encontrar es algo impactante y misterioso a la vez. El arqueólogo Sergio Gómez Chávez y su equipo entraron el 2 de octubre de 2003, bajaron 13 metros y se dieron cuenta de que había un túnel lleno de tierra y rocas. Iniciaron los trabajos y fueron desenterrando poco a poco todo el túnel. Los arqueólogos tuvieron que retirar 1,300 toneladas de rocas y tierra.

El túnel mide 103 metros de longitud y 15 metros de profundidad, llegando hasta 18 metros de profundidad en la parte final.

Ese lugar fue construido hace 2000 años y extrañamente fue cerrado y reabierto posteriormente en tres ocasiones, una de ellas alrededor del año 470 de nuestra era, tal vez para ser explorado, aunque no se llevó nada. Este proyecto arqueológico del Instituto Nacional de Antropología e Historia para investigar y rescatar todo lo hallado en el túnel fue denominado proyecto Tlalocan, camino bajo la tierra.


Dentro el túnel: Martin Buen Viaje, Serio Gomez ( Arqueólogo ), Guillermo Da Ronco.

El túnel fue construido por los teotihuacanos, no era una cueva natural, ya que se observan huellas de herramientas que se utilizaron para excavarlo. Otro misterio es cómo lo habrán construido, ya que se supone que no tenían energía eléctrica, tecnología, herramientas de metal, ruedas ni animales de carga, según la historia oficial, pero construyeron hasta la profundidad para encontrar el nivel freático donde está el agua del inframundo, considerada sagrada y utilizada para rituales o tal vez otro tipo de manifestación energética o electromagnética.

Cuando cerraron el túnel, construyeron de adentro hacia afuera más de 17 muros de 3 metros de ancho cada uno, a cierta distancia dentro del túnel y esparcieron sin abrirlas como para proteger lo que había adentro e impedir el paso. Pero en una de las ocasiones que se reabrió en la antigüedad, según las evidencias de los investigadores, se retiraron esos muros y después se rellenó por completo el túnel con tierra y rocas. En esos restos de muros, en cada uno, encontraron también lo que los arqueólogos denominaron ofrendas, con miles de objetos en cada una, objetos de obsidiana, cerámica, jade, conchas, caracoles, hule, pirita, madera y de muchos otros materiales de gran calidad. Muchos de estos son de manufactura y de la zona maya, lo que indica que estaban conectados y tenían relación con Teotihuacán. Estas cosas tienen entre 1902 y 1000 años de antigüedad.

Asimismo, encontraron más de 30,000 semillas de diferentes plantas en excelente estado de conservación. En toda la historia de la arqueología mexicana y de Centroamérica, solamente se habían recuperado cinco semillas de cacao. Y ahí, en el túnel, encontraron más de medio kilo de cacao en perfecto estado de conservación.

También encontraron restos de venados, jaguares, pumas, lobos, coyotes, aves, entre otros animales.


Dentro también se encuentra algo parecido a un pozo muy bien trazado con una forma cilíndrica de 83 cm de diámetro, la unidad de medida que utilizaban los teotihuacanos. Ahí encontraron gran cantidad de objetos, pero no saben qué profundidad tiene exactamente.

Otra cosa sorprendente de este túnel es que estaba originalmente cubierto por completo por un polvo de mineral brillante compuesto por pirita, hematita y magnetita en las paredes, techo y suelo. Tal vez para representar el cielo y las estrellas o quizá como un cielo del inframundo. Este mineral fue importado desde otro lugar lejano en grandes cantidades, ya que no se encuentra en la zona de Teotihuacán. 

A los 65 metros encontraron dos pequeños cuartos a cada lado, la antecámara sur y la antecámara norte. En el lado sur encontraron cerca de 400 esferas de mineral metálico que ellos depositaron en el suelo. Realmente no se sabe para qué eran esas esferas.

Al final del túnel encontraron tres enormes cámaras, lo que denominaron una gran ofrenda, compuesta por 130,000 objetos. Y algo aún más extraño y sorprendente. Había dos extrañas esculturas, una femenina y otra masculina, la femenina de mayor tamaño. Ambas con los ojos abiertos, con incrustaciones de pirita. Cuando las levantaron, los arqueólogos se dieron cuenta de que traían una bolsa de algún material textil detrás, llena de objetos, como si estuvieran cargando todos esos objetos con su espalda.

Ahí mismo encontraron otras dos esculturas femeninas.

No se encontró ninguna tumba o resto humano. No se sabe si alguna vez hubo alguno allí. Otra cosa interesante es que en el suelo de esa parte del túnel labraron pequeñas montañas como si fuera un paisaje montañoso en miniatura, un cosmograma. También ahí en el suelo había pequeños huecos donde encontraron mercurio líquido, probablemente importado desde Honduras, que piensan que podría ser para representar el agua del inframundo. Nunca se había encontrado tal cantidad de mercurio en alguna zona arqueológica de México.

Y ahí, en ese punto preciso hacia donde estaban mirando esas esculturas, es el eje vertical del templo de la Serpiente Emplumada. El eje que conecta al inframundo, la tierra y el cielo. Los tres niveles del cosmos, el eje del mundo.


Aunque para los investigadores esto ayuda a entender mejor aspectos de la cosmovisión y la cosmogonía de los antiguos pueblos mesoamericanos, no cabe duda de que en cada descubrimiento surgen nuevas incógnitas.

Por las características que observamos, podría tratarse no solo de un lugar sagrado, de rituales o de gran importancia simbólica, sino un verdadero lugar energético o magnético con algún otro propósito. Tal vez. Nunca lo sabremos.

Texto: Canal de Youtube: NAOV

Algunas fotos y video son de la INAH.

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